ENTENDIENDO EL MALTRATO Y LOS ABUSOS.

Nube negra

 

 

Los abusos y el maltrato son un tema del que no gusta hablar, todavía nos cuesta entender el terrible sufrimiento de la víctima. Hacemos comentarios, opinamos con gran insensibilidad y falta de entendimiento.

No nos damos cuenta que, desgraciadamente, los abusos y el maltrato son demasiado frecuentes en nuestra sociedad y entorno.

 

Estas palabras del libro de James Rhodes pueden ayudarnos a entender más, a tener más empatía, sensibilidad y respeto.

 

“Empecé a fingir que era normal. Pero… otra cosa fantástica de los abusos: el cuerpo nunca olvida. De modo que podía correr todo lo que quisiera, distraerme todo lo posible, pero todos los putos días prácticamente me cagaba de ansiedad en el metro, tenía el cuerpo destrozado, mis músculos parecían tensas cuerdas viejas que chirriaban, me daba la impresión de que la cabeza estaba a punto de estallarme durante dieciséis horas al día. Y volvía a tener la espalda hecha polvo. (…)

Cuando me convertí en padre, los ecos de mi pasado se transformaron en gritos. En todo mi ser había una certeza fría e insidiosa que crecía como un cancer y que afirmaba que a lo más precioso de mi vida iban a pasarle cosas terribles. Eso fue lo más aterrador que había experimentado hasta el momento. Mirase donde mirase, solo veía peligro.

Solo digo una cosa: de niño me violaron. En el transcurso de cinco años mantuve relaciones sexuales con un hombre tres veces más grande que yo y entre treinta y cuarenta años mayor, en contra de mi voluntad, de forma dolorosa, secreta, agresiva, montones y montones de veces. Fui convertido en algo que utilizar.

El dolor (físico, mental y espiritual) lo podía sobrellevar. Pero lo que no te cuentan es que las consecuencias extienden sus manos frías y tóxicas más allá de tu propia persona. Instauran en ti la firmísima creencia de que todos los niños atraviesan la infancia sufriendo de las formas más abominables, y que nada ni nadie los puede proteger de ello. (…)

Esto (…) debería inspiraros espanto (…) Así que busqué distracciones, una salida que no conllevase el homicidio ni el suicidio. Y todos los caminos conducían a la música. Siempre lo hacen”.

James Rhodes, “Instrumental” Editorial Blackie Books