La Mentira

ultimaEl Teléfono de la Esperanza publica trimestralmente su revista llamada AVIVIR. El último número, 254, está dedicado a la mentira. Muy buenos artículos, os dejo algunas reseñas:

Artículo ¡Vamos a contar mentiras! por Hermino Otero Martínez:

“El engaño cotidiano empieza por uno mismo. Se calcula que cada día oímos o leemos más de 200 mentiras, muchas de ellas creación nuestra. Porque en el fondo somos redomados mentirosos que necesitamos aparecer lustrosos ante los demás para que nos acepten y creernos nuestras propias fabulaciones para que no detecten que mentimos.”

 

“Los niños/as comienzan a mentir entre los dos y tres años, a veces alentados por sus padres que les animan a tener comportamientos corteses (agradecer un regalo no deseado, por ejemplo).”

Hay muchos ejemplos más que se me ocurren: tener que jugar con un niño/a que ellos no quieren, tener que dar besos incluso abrazos cuando no lo sienten, a quien no quieren,…

“…Preferimos una fábula cuidadosamente armada antes que la cruda verdad, sobre todo si va en contra de nosotros mismos”…

Artículo ¡La aventura hacia mi verdad! por María Guerrero Escusa:

“Cada día se habla más de “encontrar el YO real”, aquello en donde se halla la fuente de energía que moviliza nuestra vida, donde está la fortaleza, la valentía y el coraje que necesitamos para ser quienes realmente somos, por lo que la búsqueda en sí misma se convierte en una experiencia impresionante en la que la meta es cada paso del camino. Estaréis pensando “esto no tiene que ser sencillo” y así es. Sencillo es vivir en la comodidad de lo conocido; sencillo es responder de la misma manera y repetir los mismos errores una y otra vea sin parar a preguntarnos: ¿tengo yo alguna responsabilidad en lo que me sucede?; sencillo es sobrevivir como un autómata movido por la inercia. ¿Es eso lo que quieres seguir haciendo, es así como eliges continuar tu vida?”.

http://telefonodelaesperanza.org/

El encuentro contigo mismo pasa por desmontar tantos mecanismos psicológicos de evitación, de esconderte de ti y reencontrarte con el tesoro que eres.