Los padres sobreprotectores

guardar-hojasSe confunde la sobreprotección con el amor. La sobreprotección es la carencia de presencia emocional, de poder conectar emocionalmente con los hijos/as, de verlos tal y como son.

Estos padres en lo profundo son miedosos e inseguros. En la superficie lo saben todo, son buenísimos, todo lo sacrifican por sus hijos/as, viven por y para ellos. Y van asfixiando poco a poco a sus hijos. Generan ansiedad y angustia en los hijos/as.

Y en algunos casos, la gente, los amigos dicen “que suerte, que padres tienes”.

Cuando el hijo/a llega a consulta hay idealización de los padres o puede estar ya en la fase de rabia contra ellos o tiene alguna enfermedad o dolor físico y eso es lo que trae a la persona a la consulta. Ir descubriendo la historia real es doloroso y liberador. Hay diferentes niveles, llegando a casos muy graves y enfermizos.

 

Frases típicas de estos padres:

  • “Te quiero tanto que por eso me preocupo de ti”, en realidad el mensaje es “tengo tanto miedo de que te pase algo que no te veo”.
  • “Con todo lo que he hecho por ti.”, “todo lo hago por ti”, “todo lo que he hecho ha sido por ti”, “mi vida gira alrededor de las actividades de mi hijo/a”. Esto no es amor. El vacío, la carencia de sentido del padre, la madre, se busca en los hijos/as. Aunque en la apariencia se muestran como padres muy sacrificados por sus hijos/as, que lo dan todo por ellos.
  • Frases de las mamas: “nadie te quiere como yo”, “nadie te va a querer como yo”. Sólo en los casos más enfermizos estas frases son literales, generalmente no se expresan verbalmente, se muestran a través de las críticas a cualquier persona que sea importante para el hijo/a.
  • “Quiero que seas feliz”, los padres son felices si los hijos/as lo están, no pueden tolerar  la tristeza o el enfado de sus hijos/as y harán algo para quitarle importancia, “no es para tanto”, “no te preocupes, ellos se lo pierden” (los amigos, novio/a, el trabajo que no se obtiene, etc.).
  • Muchas veces dan mensajes contradictorios, “quiero lo mejor para ti” y van manipulando y minando sutilmente lo que el hijo/a quiere hacer para llevarlo a su terreno, en realidad el mensaje es, “yo sé lo que es mejor para ti”.  Tampoco suele ser una frase literal, se muestra a través de la conducta de tomar decisiones por los hijos/as, elegir por ellos.

Estos padres presentan:

  • Los dos el mismo grado de intensidad de sobreprotección.
  • Con diferente intensidad, uno más que otro, así que uno frenará un poco al otro.
  • Sólo la madre, como una madre abnegada, sufridora, entregada a los hijos/as, que vive por y para ellos, y un papa ausente, que quiere mucho a sus hijos y no puede expresarlo. La mama lo invade todo, su derecho se sobrepone a todo y a todos.

Estos padres pueden ser:

  • Muy manipuladores, haciendo creer que el hijo/a esta eligiendo aunque ya han ido minando sus decisiones, llenándole de miedo e inseguridad.
  • Los pensamientos giran en torno a todas esas cosas horribles que pueden ocurrirle a los hijos/as.
  • Un sin vivir, el pecho cogido, como un pellizco, miedo a que algo malo va a ocurrir.
  • Muchas cosas que les pasan a los hijos/as, que hacen y que son parte de la vida, estos padres lo consideran un drama, hay intensidad emocional.
  • Miedo a las actividades fuera del entorno familiar que hacen los hijos/as, por ejemplo excursiones, quedarse en casa de compañeros de clase, familiares; ir en coche, salir con amigos, compañeros, salir de marcha,…
  • Tienen miedo, mucho miedo. No ven las necesidades de los hijos, su miedo lo cubre todo.
  • Son invasivos, no respetan la intimidad, los límites. La vida privada de sus hijos/as les pertenece, lo que hacen, donde van.
  • Pretenden que sus hijos/as ya adultos les sigan informando de lo que hacen, de sus vidas..
  • Para la madre es doloroso que su hijo varón (si son varios, uno de ellos) tenga una pareja mujer que sea importante para él, que tomen decisiones juntos y ella ya no sea el centro de su vida. Es un gran dolor. La madre buscará la manera de mantener ese “vínculo especial con su hijo”.
  • Para el padre es doloroso que su hija (si son varias hijas, una de ellas) tenga una pareja con un hombre y él ya no ser el centro. Buscará maneras para mantener esa “relación especial” con su hija.
  • Llevan muy mal la adolescencia de sus hijos y que se hagan adultos.
  • Necesitan controlar, que nada ocurra sin que ellos sepan que está ocurriendo.

Los hijos tienen dificultades para madurar, crecer autónomos, seguros de sí mismos. Por el contrario adoptaran dos posturas principales:

  • Miedosos, se quedan cerca de los padres. Pueden convertirse en la sombra de sus padres. Están acostumbrados a que sus padres decidan por ellos, indecisos, muy difícil tomar decisiones, mejor que las tome otro o mama/papa que saben más. Los padres viven esto con orgullo, se sienten necesitados y lo confunden con amor.
  • Estos hijos somatizan (el cuerpo vive la emoción que la persona no se atreve a expresar) la rabia, enfado y frustración que se quedo dentro y no pudo ni puede ser expresada les daña.
  • Esconden el miedo y se muestran rebeldes, es la postura opuesta aunque internamente es igual. Se sienten perdidos, inseguros, no tienen clara la dirección de su vida, pero más vale hacer algo, lo que sea que no hacer nada. No soportan quedarse quietos. Ocultamente tienen miedo a enfermar, miedo a la vida, al futuro. Y se mueven rápido. Cuando entran en relación de pareja y/o tienen los hijos estás dinámicas aparecerán con más fuerza.